El deporte en La Cabrera, un asunto del pasado

Nos ha llegado una nueva carta de un vecino de La Cabrera. Una nueva carta que en este caso no qiere firmar por un miedo desmedido a los poderes fácticos de La Cabrera. ¿De verdad esto es lo que hay? Un miedo a qué, a que nos señalen? a que perdamos trabajo? ¿ de verdad queremos vivir en una sociedad así? Y no abronco al escritor de este texto, nunca he señalado a la víctima por el temor sentido, sino que señalo a los cómplices charangueros que muestran impunidad ante este exceso de poder. Aquel que no tenga intereses que muestre interés, y así, poco a poco se señalará, por descarte a quien tenga las manos llenas de lo que no debería tener.

Dicho lo cual, hoy el tema es la carta de un vecino. De un padre que se siente hastiado por una situación que aún no hemos tratado con los más «sabios» de La Cabrera, en este tema; el deporte. La situación con el polideportivo es más o menos curiosa. No sólo que una explotación privada cuenta con una subvención pública estipulada. Lo explico de otro modo, que a mí en su momento, me costó entender. El polideportivo es de propiedad municipal, oiga usted, eso significa que es de usted y mío y del resto de los 2.600 habitantes de La Cabrera. No propiedad del Ayuntamiento, que sí es gestor. Pues imaginen que otros negocios privados, un bar, un hotel, una tienda recibiera del Ayuntamiento una cantidad mensual de más de 4.000 euros, y luego usted, como buen empresario, explote el negocio, y si le va mal, nosotros le ayudamos. Negocio redondo pues. A lo que voy, que hoy no toca el tema de la privatización del polideportivo subvencionado de forma pública.

La carencia de la iniciativa municipal de promover el deporte llega a unos limites insospechados. Esperemos que la voluntad del nuevo responsable de deportes haga que esta política cambie. Espero poder hacerle una entrevista para que explique cómo se va a lograr ese giro de 180 grados. ¿Cómo es posible que los niños de La Cabrera tengan que ir a pueblos «menores» a jugar y participar? De quién es responsabilidad el fomentar esa actividad, del empresario privado del polideportivo o del Alcalde y su equipo? El caso es que el niño, como leerán a continuación, se queda sin deporte.

Por cierto, que en mis tiempos, aquí había numerosos equipos de fútbol, de basket y no sé si de otros deportes, femeninos y masculinos, los niños de todas las edades jugábamos representando a La Cabrera, y ahora, 20 años después, con 2 millones de euros en el banco, con un polideportivo gestionando por una empresa, con 1.500 habitantes más, La Cabrera tiene menos posibilidades? Cual es la razón? que en tiempos de otros alcaldes se luchaba y defendía estas posibilidades, ahora no? NO se exige este desarrollo deportivo? A quién corresponde….Me enciendo, y eso que no soy padre, sólo soy un vecino como tú. Pero un día deberíamos hablar del deporte en La Cabrera. Y eso que no soy deportista. Por cierto, el otro día un amigo que sí lo es y de hecho gana campeonatos de fútbol representando a La Cabrera, me decía que estaban cansados de tener que jugar en pueblos fuera de La Cabrera y aquí no hay un pabellón en condiciones, y sí lo hay en Bustarviejo, Torrelaguna, etc. Me proponía otra utilidad e Fonsana, la de convertirlo en un pabellón deportivo de primera categoría donde

FUTBOL Y BALONCESTO….¿¿ EN LA CABRERA…??

 

Ya van tres años sin fútbol y muchos más, sin Baloncesto…

“Aquí, en La Cabrera, hijo, olvídate, es imposible, un año más, para ti no hay categoría. El año que viene seguro que sí…”

Él ya no me cree, lo veo en sus ojos y no sé qué decirle…

Su mayor ilusión, es jugar al fútbol en su pueblo, con sus amigos…Pero, o lo dejaron, o se fueron a equipos de otros pueblos.

Él nunca entendió por qué…La apatía y el desgano se apoderan de sus tardes…llega el verano y coge la calle sin rumbo, sin saber qué hacer y sorteando, como en una carrera de obstáculos, a los que ya matan el tiempo echando un cigarrito o bebiendo alcohol…Él no quiere, a él no le gusta (de momento) él quiere ser como sus dos grandes ídolos: Messi y su tío deportista y futbolero de toda la vida.

Mi otro hijo supo desde el principio, que dedicarse al Basket de verdad en La Cabrera, era imposible…”no daban las medidas”, ni de la cancha, ni de los incentivos para fomentar este deporte…

Un entrenador de los buenos, se lo llevó a otro pueblo y sacaron un equipo adelante, federado, con mucho valor, garra y empuje tanto por parte de él como de los niños. Lamentablemente se fue diluyendo con el tiempo por la falta de jugadores en un pueblo tan pequeño como en el que jugaban…

Ahora es otro niño más de La Cabrera, que junto a su hermano, muchas tardes deambula por el pueblo, dejando el deporte a un lado, e intentando encontrar otra actividad en la que quemar su energía, su tiempo libre y algo que le sirva para encontrarse a sí mismo …

Y yo, su padre, intentando que no se “lobotomIcen” con horas enteras de Play y rogando que la ansiedad adolescente no les lleve a la desidia, al aburrimiento y a la práctica de hábitos nocivos para su edad.

¡Cuánto más fácil y sano sería si pudieran practicar en su pueblo, en La Cabrera, estos dos deportes que han elegido….

 

                                                                                                                                                                           Un vecino de la Cabrera.